sábado, 27 de noviembre de 2010

Texto nº 3: Vecinos nuevos

VECINOS NUEVOS

·     Mamá…, mamá…, ven mira… gritó Manuel al entrar en su casa.
·     ¿Puedes hablar un poco más suave para no despertar a Amparo? –le preguntó su madre mientras acunaba en sus brazos a la hermanita de Manuel.
·     Fuera hay un gran camión cargado de muebles y cajas. Creo que  van a entrar todo en la casa de al lado. ¿Tendremos vecinos nuevos? –susurró Manuel.
·     Sí, tendremos vecinos nuevos. Hoy pude verlos cuando salí del supermercado –respondió su mamá.
·     Voy a…
·     ¡Otra vez gritando!
·     Perdón…Voy a ver si hay algún niño de mi edad. Tal vez podamos ser amigos… vuelvo enseguida, mamá… -gritó nuevamente Manuel mientras salía corriendo.
Por supuesto que Amparo, con tanto alboroto, se despertó llorando, pero su  hermano no la escuchaba porque ya estaba en la calle.
En ese momento, detrás del camión aparcó un coche y bajaron una señora, una niña pequeña, un perro muy peludo y ¡un niño! Sí, un niño que parecía tener la misma edad que Manuel.
·     ¡Buenas tardes! Saludó Manuel amablemente a la familia. Pero como nadie le respondió, insistió con más fuerza: ¡Buenas tardes! ¿No me oyen? He dicho que buenas tardes…
El único que respondió a su saludo fue el gran perro lanudo con tres ladridos no muy amistosos. Manuel entró nuevamente  bastante enfadado.
·     ¡No me gustan los vecinos nuevos! Los he saludado y no me han dicho nada… ¡Y hay un niño de mi edad y ni siquiera me ha mirado!
·     Tal vez estaban distraídos descargando maletas y no te han oído –trató de tranquilizarlo  su mamá.
A la mañana siguiente, Manuel salió de nuevo a la calle para tratar de ver al niño de al lado que, justo en ese momento, salía con su perro.
·     Tienes un bonito perro -le dijo Manuel intentando iniciar una conversación. El niño lo miró, pero no le respondió.
·     ¿Quieres jugar conmigo? –le preguntó Manuel.
Pero el niño continuó mirándolo fijamente sin responder.
·     Te he preguntado si quieres… -insistió Manuel.



Pero antes de que pudiera terminar de hablar, el niño lo miró asustado, su perro grande y lanudo comenzó a ladrar y ambos salieron corriendo.
Manuel, enfadadísimo, entró en su casa.
·     No soporto al vecino nuevo. No me responde. Lo invito a jugar y ni siquiera me dice que no. ¡Es inaguantable!
·     Dale un poco de tiempo. Tal vez sea tímido o quizá no le gusten los niños que gritan como tú –dijo su madre, tratando de calmar el malhumor de Manuel.
Manuel, entonces, buscó la pelota y nuevamente salió de casa. Esperó a que saliera su nuevo vecino. Al verlo le tiró el balón. El niño se lo devolvió. Manuel  se lo volvió a lanzar y el niño, sonriendo, se le acercó y lo dejó en sus manos. Recordando lo que su mamá le había dicho, Manuel le habló suavemente:
·     ¿Te gustaría jugar con el balón?
El niño le respondió a Manuel con unas palabras extrañas que no pudo entender.
·     No tolero a las personas que no hablan bien. No te entiendo nada. ¿Quieres jugar con la pelota? –dijo Manuel otra vez gritando.
El niño respondió: “Oui”.
·     Se me acabó la paciencia, esto no puede seguir así –murmuró Manuel.
En ese momento salió el papá del niño y se acercó.
·     Somos tus nuevos vecinos –le dijo a Manuel con acento un poco extraño. Es un placer conocerte. Hemos llegado de Francia hace muy pocos días, es por eso que hijo Pierre no entiende lo que quieres decirle, pero seguramente llegaréis a ser buenos amigos.
Manuel sonrió. Su nuevo amigo también sonrió. Por suerte, las sonrisas son iguales en todos los idiomas.



      EJERCICIOS:

                             COMPRENSIÓN LITERAL

  1. ¿Cómo se titula la lectura?
  2. ¿Quién es el principal personaje del texto?
  3. ¿Quiénes llegaron al barrio de Manuel?
  4. ¿Qué animal respondió al saludo de Manuel?
  5. Elige la respuesta correcta:
    1. El  perro era peludo.
    2. El perro era feroz.
    3. Tenían un gato mimoso.
  6. ¿De qué país venían los nuevos vecinos?
  7. ¿Qué idiomas hablan los dos niños?
  8. ¿Qué dijo la madre de Manuel para calmar su mal humor?
  9. Busca y repite la última frase del texto.


                               COMPRENSIÓN INFERENCIAL

  1. ¿Por  qué insistía tanto Manuel en conocer a sus nuevos vecinos?
  2. ¿Cuál es la causa por la que Pierre no contestaba a Manuel? Elige la respuesta:
    1. Porque no quería contestar.
    2. Porque no entendía el idioma castellano.
    3. Porque era un maleducado.
  3. Explicar esta expresión :
“Por suerte, las sonrisas son iguales en todos los idiomas.”
  1. ¿Qué pensaría Manuel cuando se aclaró todo el malentendido?
  2. ¿Qué nos quiere enseñar esta historia?


                                  COMPRENSIÓN CRÍTICA

  1. ¿Cómo es Manuel? Da tu opinión:
    1. Impaciente y enfadón.
    2. Paciente y tranquilo.
    3. Despistado y travieso.

  1. ¿Cómo crees que actuó la madre de Manuel ante la insistencia de su hijo?
  2. Elige:
    1. Enfádate siempre con los que no te entiendan.
    2. No toleres que nadie te haga caso.
    3. Se paciente e intenta comunicarte con calma.
  3. Da tu opinión sobre esta expresión, diciendo si está de acuerdo o no y por qué:
    1. La sonrisa acerca los corazones de las personas.

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